Modelo
Pero ¿qué es un modelo? Un modelo es una representación de una realidad compleja. Modelar es desarrollar una descripción lo más exacta posible de un sistema y de las actividades llevadas a cabo en él.
Cuando un proceso es modelado, con ayuda de una representación gráfica (diagrama de proceso), pueden apreciarse con facilidad las interrelaciones existentes entre distintas actividades, analizar cada actividad, definir los puntos de contacto con otros procesos, así como identificar los subprocesos comprendidos. Al mismo tiempo, los problemas existentes pueden ponerse de manifiesto claramente dando la oportunidad al inicio de acciones de mejora.
El modelado de procesos debe ser entendido, a saber, por dos cuestiones importantes: el modelado y los procesos. Frecuentemente los sistemas (conjuntos de procesos y subprocesos integrados en una organización) son difíciles de comprender, amplios, complejos y confusos; con múltiples puntos de contacto entre sí y con un buen número de áreas funcionales, departamentos y puestos implicados. Un modelo puede dar la oportunidad de organizar y documentar la información sobre un sistema.
Modelando el Proceso de Negocio
Modelar el proceso de negocio es una parte esencial de cualquier proceso de desarrollo de
software. Permite al analista capturar el esquema general y los procedimientos que
gobiernan el negocio. Este modelo provee una descripción de dónde se va a ajustar el
sistema de software considerado dentro de la estructura organizacional y de las actividades
habituales. También provee la justificación para la construcción del sistema de software al
capturar las actividades manuales y los procedimientos automatizados habituales que se
incorporarán en nuevo sistema, con costos y beneficios asociados.
Como un modelo preliminar del negocio, permite al analista capturar los eventos, las
entradas, los recursos y las salidas más importantes vinculadas con el proceso de negocio.
Es posible construir un modelo completamente trazable mediante la posterior conexión de
elementos de diseño (tales como los casos de uso) al modelo de negocio a través de
conectores de implementación, desde la generalidad del proceso de negocio a los requisitos
funcionales y eventualmente a los artefactos de software que se construirán realmente.
Por el hecho de que el modelo de procesos de negocio normalmente es más amplio que la
parte de sistema computacional considerada, también permite al analista identificar
claramente qué está dentro del alcance del sistema propuesto y qué se implementará de
otras formas (por ejemplo: un proceso manual).